08 CABO DE GATA – RODALQUILAR 32,5K

Día 7-02-2022. El bus de Alsa que salió de Madrid a las 24h anoche, me ha dejado en Almería a las 6h30m, luego otro bus urbano partió a las 8h para trasladarme hasta las Salinas del Cabo de Gata y La Fabriquilla donde me apeo a las 9h cuando el sol ha aparecido detrás de los cerros con mucha fuerza, un aparcamiento al lado de la carretera está lleno de autocaravanas de extranjeros que se están desperezando ahora. Tomo la carretera que da acceso al Faro de Cabo de Gata ahora sin tráfico alguno.

Faro de Cabo de Gata


En el ascenso alcanzo a una joven de nombre Trini, me comenta salir a dar un paseo y hacer fotos del amanecer, vive en Almería, se subió al bus en una parada urbana. Al lado de la carretera se ha formado un sendero transitable en el caso de haber mucho tráfico, de momento no lo necesito puesto que como decía no circulan vehículos tan temprano. Al llegar a un alto, donde gira la carretera, puedo contemplar el Faro y otras instalaciones, también una roca denominada Arrecife de las Sirenas y la Cala de las Sirenas además del Aula del Mar donde se instruye a todo el que lo visita sobre el mar y la costa del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.

Ensenada de la Media Luna


Según inicio el descenso por el asfalto una gran bandada de perdices levanta el vuelo dándome un buen susto puesto que no hay ningún ruido que interrumpa la absoluta tranquilidad del entorno. El mar está en calma aunque soplará el viento de levante suavemente que agradeceré algo más tarde cuando el sol temple con fuerza. En las laderas de los montes, muy pelados, sobresalen muchas cuevas, es una zona volcánica de color rojizo. El color de las aguas es azulado viéndose el fondo nítido, transparente y puro, ideal para practicar el submarinismo.

Ensenada de Mónsul


La carretera finaliza para el paso de vehículos privados convirtiéndose en pista de tierra algo deteriorada solo utilizable para los permitidos por ejemplo el acceso al Faro de la Vela Blanca algo más adelante. Sin darme cuenta, a la altura de la Cala Rajada, me paso el comienzo de la Senda Vela Blanca que sigue un curso más elevado que la pista pero encontrándose de nuevo poco antes de arribar al Collado de Vela Blanca. He de quedarme veraniego puesto que la fuerte inclinación me hace sudar la ropa que empapo rápidamente, qué gusto sentir la fresca brisa sobre mis canillas, aprovecho la parada para comer un par de plátanos que he traído de casa puesto que nada he ingerido en toda la mañana.

Entrada a los cerrados acantilados


Al llegar al collado se descubre el largo tramo de costa que habré de recorrer a continuación a través de acantilados, bahías, playas, etc. etc. Comienzo el descenso ahora por el camino cubierto de piedras hasta tomar un atajo y llegar a la Cala Carbón y Ensenada de la Media Luna, algo más adelante paso al lado de las Casas del Mónsul donde hay un aparcamiento con algunos vehículos puesto que por aquí pasa la carretera, dos senderos vallados invitan a visitar la bonita Ensenada del Mónsul y la Punta de la Peineta, un colega que está en la playa me hace una foto y a continuación inicio un inclinado ascenso a través de la arena que cubre la loma con la enorme dificultad que ello entraña puesto que doy un paso adelante y medio atrás, es decir un esfuerzo gigantesco que repercute en los músculos de las piernas.

Cruce de los acantilados


Comienzo el descenso hacia la Playa Barronal, donde inicio un recorrido bajo los verticales acantilados justo al lado de las aguas, este tramo es de lo más bonito y agreste que he visto además con una soledad absoluta al estar algo alejado de cualquier camino o sendero y pasar de un punto a otro entraña cierto riesgo de caída además en algún acantilado he de esperar que baje la ola para cruzar al otro lado sin mojarme. Pero el premio al peligroso acceso es contemplar un lugar salvaje de gran belleza natural, las arenas vírgenes, el sonido del eco de las olas en las paredes lo único que oigo. Un lugar que no olvidaré nunca. Fantástico entre la Punta de la Peineta y el Morrón de los Genoveses. Solamente me he encontrado con un matrimonio italiano en una de las playas solitarias tomando el sol.

Acantilados


Desde algún punto elevado aparecen las montañas de Marruecos, o eso creo, en la lejanía del mar, en algunos lugares he visto montones de ropa abandonados y alguna barca abandonada, esto me recuerda el drama de las pateras. Por las laderas del Cerro del Barronar he de trepar para superar unos acantilados por los que no puedo avanzar al lado de las aguas llegando a un promontorio y descender nuevamente al lado de las aguas donde vuelvo a subir por inclinada ladera y superar el Morrón de los Genoveses dando vista a la enorme Playa de los Genoveses en el Fondeadero del Morrón cuando son las 12h.

Playa Barronal


Desciendo al borde de la playa, la arena está cubierta por medusas, bordeo toda la playa donde hay 3 o 4 parejas tomando el sol o paseando. Al término de la arena asciendo al Cerro del Ave María rodeándolo dando vista a la Playa de los Genoveses desde esta otra perspectiva para entrar en San José por la zona elevada, todo el conjunto de un blancor deslumbrante, son las 13h, desciendo hasta el centro de la población donde me siento en la terraza de un bar en la plaza a tomar una cerveza con limón, a la sombra se está deliciosamente, los extranjeros a pleno sol. Camino hasta el puerto pero no puedo continuar, los acantilados me lo impiden, he de retroceder y tomar un sendero que asciende entre las casas, es un laberinto, finalmente encuentro el sendero al lado de una alambrada sobre el puerto.

Playa de los Genoveses


He de indicar que la señalización del sendero, en general, es una baliza blanca y azul y unos mojones de madera en algunos lugares más destacados que otros pero que no sirven para una orientación completa del itinerario. El sendero que sigo al lado de la alambrada por encima del puerto, se convierte en un pedregal pero poco a poco va mejorando el firme y a nivel por lo que puedo mantener un ritmo algo más agresivo, paso por una cantera de yeso hasta donde han llegado camiones, el camino ahora está mejor de firme, me cruzo con un matrimonio extranjero, este tramo largo se me hace algo pesado, es el Cerro de Cala Higuera y Hoya de la Torre, paso por el Collado de los Grajos y Collado de Cala Grande donde un rebaño de cabras blancas me miran sorprendidas, son las 15h20m cuando doy vista, a lo lejos, al poblado de Los Escullos y La Isleta del Moro. Arrecia el viento que agradezco. Paso al lado de un memorial religioso de mármol dedicado a una joven montada en un caballo que falleció aquí, qué pena tan joven y perder la vida precisamente aquí.

San José


La pista pasa por Cala Cortada, Playa de Piedra Galera y el Embarcadero, hasta aquí han llegados algunos coches de extranjeros por la pista asfaltada, paso al lado del Castillo de San Felipe, una fortaleza militar defensiva bien conservada. Dejo atrás la Playa del Arco y el Fondeadero de la Isleta que ya tengo al alcance de mi mano. Es un bonito pueblo marinero frente a la Isleta del Moro, un acantilado y una pequeña isla, el puerto muy coqueto y ambiente marinero, son las 16h15m. Salgo del pueblo dejando a la derecha la Playa del Peñón Blanco y tomar un sendero a través de un bonito palmeral dirigiéndome hacia el pueblo de Rodalquilar donde tengo reservado alojamiento.

Retrospectiva a San José y la costa


El sendero se va elevando suavemente entre matorrales para bajar a cruzar el Barranco del Negro con mucha vegetación, luego inicia un ascenso continuado hasta el Collado del Cerro de la Amatista donde veo una flecha amarilla del Camino de Santiago, sigo por la carretera hasta el Mirador de las Amatistas donde un matrimonio se dirige a un coche blanco, aún me resta una distancia de unos 4k hasta el alojamiento por la carretera así que pido ayuda, Agustín y Puri amablemente, aunque no precisamente se dirigen hacia allí, me ofrecen llevarme en su vehículo, en buen rollo me dejan en el Hotel de Naturaleza a corta distancia de Rodalquilar, todo un detalle que sinceramente agradezco.

La Isleta del Moro


A las 17h15m entro en el original Hotel de Naturaleza integrado en el paisaje de una planta con piscina e instalaciones exteriores bien acondicionadas, habitaciones muy bien decoradas con buenos servicios, buena cocina y magnífica atención del personal, un verdadero acierto. Me atiende Marta amablemente, con esta tranquilidad tan relajante dormiré plácidamente sin ningún ruido.
En el pueblo de Rodalquilar sorprende a su entrada unas dependencias ruinosas consecuencia de la fiebre del oro que ocurrió hace años cuando se extrajeron 5.000 kilos de oro entre los años 1.957 y 1.966 en el cercano Cerro del Cinto, se construyeron grandes instalaciones mineras y de tratamiento del mineral extraído, cuando en la década de 1.960 se inauguraron las modernas instalaciones acudieron las máximas autoridades del estado, ello indica la importancia de lo que se avecinaba en la explotación mineral como así ocurrió. Lástima no tener tiempo para realizar una visita detenida a esas instalaciones mineras.
Datos del GPS: Distancia 32,5k. Tiempo en movimiento 6h55m. Tiempo detenido 1h5m. Tiempo total empleado 8h. Media en movimiento 4,7 k/h. Media total 4,1 k/h. Ascenso acumulado 746m. Descenso acumulado 661m.

PERFIL DE LA JORNADA