Mº DE VALVANERA – BRIEVA DE CAMEROS Kmts. 46

Día 17-5-95. Me he levantado a las 7,30, a través de la ventana veo que luce un espléndido sol, vaya diferencia con el día de ayer. He dormido estupendamente sin ninguna clase de ruido y con una excelente temperatura, el descanso ha sido completo. He sacado unas fotos de la fachada principal, en estos momentos le da el sol de plano, es el momento preciso. A las 7,45 inicio el ascenso al Collado de Ocijo, a ratos la senda aprovecha una pista forestal, otros la ataja a derecho, en uno de los tramos me adelantan 4 Land Rover con obreros forestales, he supuesto que se ofrecerían a subirme, no ha sido así, a pié como siempre y además bien cargado con la mochila.

Valle del Río Najerilla - Venta Goyo

En una hora he superado los casi 800 mts. de desnivel, a esta hora se sube bien además estoy muy fresco y con mucha fuerza. Las nieblas ascienden de los valles, de tal manera que no logro fotografiar las cumbres, desde el Collado de Ocijo hay muy buenas vistas, pero en esta ocasión no puede ser. Paso al lado de la cabaña donde me refugié ayer cuando llovía tanto, vaya diferencia, aunque hace algo de fresco. Comienzo el descenso por la ladera sur hacia el valle del río Najerilla, poco a poco las nieblas van desapareciendo a medida que el sol comienza a calentar. La bajada es muy interesante, a través de un bosque de robles con algunos ejemplares muy viejos, diría que centenarios, enfrente el Macizo de Urbión y la Sierra de Neila. Una vez que doy vista a la Venta Goyo, abajo en la carretera y al lado del río, la senda gira hacia la izquierda para bajar a la carretera por otro vallecito menos agreste y más suave su descenso. En el momento de llegar a la carretera un pescador está preparándose para tirar la caña, le pregunto cuanto falta para llegar a Viniegra de Abajo, consulta un mapa igual al que me regaló Félix en Ortigosa de Cameros, resultando que son íntimos amigos, fueron compañeros de trabajo en el BBV de Logroño y por lo tanto se han jubilado al mismo tiempo hace ahora un año. Hemos estado charlando por lo menos media hora, le doy muchos recuerdos para Félix y su mujer.

Viniegra de Abajo

Hago una parada en la Venta Goyo, me tomo un vasito de vino, que buena gente son los dueños, muy simpáticos y campechanos, han construido un nuevo hostal, les digo que pronto vendré a estrenarlo. Tomo la carretera que asciende durante unos 3 kmts. hasta Viniegra de Abajo por un paisaje de montaña muy verde y bonito. Se nota que la subsistencia de estos pueblos fueron las ovejas, aún pastan, pequeños rebaños, por las laderas y las casas del pueblo, las más viejas, al lado de los corrales. El pueblo es muy bonito, calles empedradas con una arquitectura muy original, de piedra rojiza. Al cruzar el pueblo me encuentro con un paisano, le pregunto donde puedo comprar leche, me indica que tengo que retornar al principio, pero que es posible que los dueños no estén en casa, se ofrece a servirme él mismo.

Viniegra de Abajo

No hay forma de hacerle cobrar el litro de leche, como le digo que pretendo subir a Viniegra de Arriba, me gustaría dejar la mochila en algún sitio, me obliga a dejarla en su cochera. Subo por la carretera, el pueblo está a unos 10 kmts. A la salida de Viniegra de Abajo hay un puente muy antiguo que cruza el río, la trashumancia realizaba los viajes entre el sur y el norte a través de las Cañadas Reales o Cabañeras, por tanto toda esta zona está recorrida por varias de ellas, algo deterioradas pero confío en que no se pierdan para siempre, una forma de aprovechamiento es su utilización para el Turismo Ecológico, ojalá se fomente adecuadamente. A medida que asciendo por la carretera el valle se va estrechando, conformando unos fuertes cortados a ambos lados del río Urbión, son unas hoces impresionantes, ha merecido la pena hacer 20 kmts. entre ida y vuelta. A unos 6 kmts. el río Urbión se separa hacia la derecha y trepa hacia su nacimiento en la Laguna Negra, yo continúo por la izquierda hacia Viniegra de Arriba, donde llego a las 2. Aquí el valle se abre completamente, conformando unas suaves laderas, completamente peladas pero muy verdes. En este pueblo también se nota que las ovejas fueron su principal modo de vida, desde aquí la carretera asciende hacia un puerto para, a continuación bajar al otro valle que nace en el Puerto de Santa Inés y se dirige al norte.

Collado de El Palo

Me ha encantado este pueblo, sus callejas, casas y rincones, con ese colorido rojizo que destaca del intenso verde de los alrededores. Como, de mochila, en el bar donde dan hospedaje en una Casa Rural, a continuación inicio el retorno hacia Viniegra de Abajo, donde llego a las 5. Me despido de Domingo Azpeitia, quién me dice haber construido la cabaña del Collado de Ocijo, es albañil, también me pide le dé saludos de su parte a la Sra. Paca, dueña del Bar de Brieva, donde espero pasar la noche hoy. Cruzo el pueblecito de Ventrosa y continúo por la senda llamada “Cañada de las Siete Villas” que era utilizada por la antigua trashumancia. El Collado de el Palo, así llamado por haber una enorme piedra de más de 1,50 mts. de altura en forma de palo, que sirve de hito, siguen siendo los alrededores lomas muy suaves y sin ninguna vegetación, solo pastizales. Desde el collado intuyo donde se asienta Brieva y que no veré hasta estar encima, es un gran hoyo o valle estrecho. A las 7,30 entro en Brieva, la Sra. Paca tiene que prepararme la habitación, mientras tanto me enrollo con el abuelo, que a sus 92 años está en plena forma. Me preparan la cena, buena sopa, par de huevos fritos, par de buenos filetes y de postre un plátano, además de buen vino. Ceno con el abuelo, le da envidia mi apetito, me mira divertido. A las 10 me baja el marido de la Sra. Paca a mi aposento, que resulta ser una vieja casona, acondicionada en las afueras del pueblo, el dormitorio está bien pero los servicio son de hace mil años, por supuesto sin agua caliente. Estoy yo solo, mañana le entregaré la llave y ajustaré cuentas. Esto está algo frío, pero no será razón para no dormir bien.

Brieva de Cameros