PRÓLOGO
La parte del Camino de Santiago que cruza La Rioja transita a una prudente distancia de una zona montañosa y que en una época del año está cubierta por las nieves. Esta visión me empujó a buscar información de las Sierras de La Rioja, a través de mapas, libros y guías. Comenzaba a tener una información muy básica de las Sierras de Cameros, Viejo y Nuevo, La Demanda, San Lorenzo y las estribaciones norte de los Picos de Urbión. Me formaba una idea del conjunto, zona este de la provincia de Burgos, norte de la de Soria, conjunción de Navarra con Zaragoza y La Rioja.
En la búsqueda de información en la librería La Tienda Verde, apareció la guía del GR 93 Sierras de La Rioja y me pareció la mejor fórmula para realizar un recorrido por esta zona del Sistema Ibérico. Elegí la realización del recorrido en dirección Este-Oeste por tener mejores medios de comunicación para el desplazamiento desde Madrid vía Soria y hacia Pamplona. Como la zona no tiene grandes alturas, si exceptuamos la Sierra de San Lorenzo, todo el recorrido se realiza por debajo de los 1.500 mts. de altura, lo podría hacer en meses de primavera u otoño.
Dividí el recorrido en dos partes, para realizarlas en dos momentos diferentes, el más largo, Cornago-Ezcaray a finales del mes de Abril y primeros de Mayo de 1995 y el corto, Ezcaray-Villoslada de Cameros, en la segunda quincena de Mayo del mismo año. Me he quedado sorprendido por la belleza de los bosques, sobre todo de hayas y robles, los bonitos pueblos, ubicados en recónditos valles en zonas muy poco visitadas por el turismo de masas y alejados de las vías de comunicación más importantes. En una parte muy importante, la trashumancia ha dejado su huella a través de los años, aunque en la actualidad aún persiste dicho estilo de aprovechamiento ganadero, no es ni mucho menos lo importante que fue en el pasado, cuando miles de cabezas de ganado lanar pasaban el verano en los verdes pastos.
Este tipo de explotación agrícola ha marcado, creo que para siempre, una amplia zona, pues una parte importante del bosque fue talado en beneficio de las praderas para pastizales. La rentabilidad económica que este tipo de explotación reportaba, supongo beneficiaría a los grandes propietarios, pues son grandes extensiones de terreno no aprovechables para otro fin. Los pueblos también reflejan la relación con la “Mesta”, no solo por la construcción de las casas con anexos para albergar los corderos y parideras, la ubicación de los mismos al lado de las vías pecuarias, etc. y en sus alrededores no hay, salvo el aprovechamiento del bosque, donde existe, otro tipo de explotación agrícola.
No hay duda que el Turismo Rural será la fuente de supervivencia de éstos pueblos, para ello he podido comprobar el esfuerzo que se está realizando por parte de algunos organismos, construyendo Albergues, financiando las Casas Rurales, además de la restauración de casas y pueblos, es una forma de evitar el abandono de estos encantadores pueblos. Todos los ríos que he cruzado, Linares, Cidacos, Leza, Iregua, Najerilla, Cárdenas, Oja, por nombrar las principales cuencas, desaguan hacia el norte, al Ebro. He pasado noche en los Monasterios de Valvanera, San Millán de la Cogolla, en Albergues muy bien acondicionados y en hostales familiares muy acogedores, atendidos por gentes agradables y muy serviciales. Quisiera también dejar constancia de la cordialidad, amabilidad, colaboración y ayuda desinteresada que me han brindado un montón de riojanos, de todos ellos guardo un grato recuerdo, de algunos incluso su amistad, pero sobre todo, un millón de gracias.
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