ALDEA DE EBRO – POLIENTES 37,3 k.

Día 20-5-09. Al asomarme y abrir la ventana de la habitación a las 6h30m, unas espesas nieblas cubren todos los alrededores, no obstante la temperatura no es fría, mas bien ideal para y agradable para caminar. Carlos se ha animado a acompañarme hasta Polientes pero entre lo poco que ha dormido por la noche, la pesadez de la cena y lo duro del itinerario, terminará algo tocado al llegar a Polientes al final de la jornada.

Aldea de Ebro


Ester nos tiene preparado un suculento y abundante desayuno del que doy muy buena cuenta, mi amigo Carlos no está para muchos alardes con la comida, el chorizo que acompañaba los deliciosos huevos fritos de anoche no debió sentarle demasiado bien y pagará sus consecuencias durante toda la jornada.
Encargó Carlos a Ester un bocadillo para el almuerzo de hoy, tan gigantesco que bien podríamos comer los dos durante tres días seguidos, además de un par de naranjas que bien nos vendrán a la hora del almuerzo.
Preparados pues para afrontar esta emocionante jornada, salimos a las espesas nieblas para volver a Aldea de Ebro donde ayer por la tarde abandoné el Camino del Ebro GR99. Desandamos los casi 6 k por la carretera en muy animada charla sin casi darnos cuenta pues ahora es casi todo el trayecto cuesta abajo.
Nuevamente en Aldea de Ebro, cuando son las 8h36m para iniciar el recorrido por el GR99 acompañados por un gigantesco perro mastín que no nos abandonará en ningún momento hasta que en Bárcena de Ebro habremos de dejarlo atado con una cadena en casa de Florencio como luego veremos.

Camino de Loma Somera


El buenazo de Clavel, así lo hemos bautizado, nos acompaña muy emocionado y divertido correteando delante y con gestos de amistad y agradecimiento por haberlo sacado del aburrimiento en el pueblo de Aldea de Ebro, nosotros vamos convencidos de que en cualquier momento decidirá volver a su “casa” donde seguro la comida no le falta, pero el tiempo nos dirá que el mastín podría seguir con nosotros hasta el fin del mundo.
La senda es toda una preciosidad, vamos ascendiendo por una especie de corredoira cubierta de avellanos y mucha vegetación, espinos floridos y gigantescos quejigos hasta cruzar un arroyo y penetrar en un hayedo espectacular, la magia del entorno donde el ruido que escuchamos es el de los pájaros y el agua de los arroyos, realmente mágico este tramo. Entre Aldea de Ebro y Loma Somera es probablemente el trayecto de los mas bonitos del GR99, no nos ofrece la menor duda por lo alejado de cualquier núcleo de población o vías de comunicación, es como haberse trasladado hasta un recóndito lugar donde la naturaleza y el entorno siguen intactos como hace mil años.

Loma Somera-Molino de la Renegada


Entremos en el pequeño pueblo de Loma Somera ubicado en una elevada loma en las laderas del Monte Bigüenzo con vistas al cauce del Ebro y el Cañón de Valdeprado, varias de sus viejas casas en proceso de restauración como hemos comprobado en todos los pueblos que hemos visto hasta ahora, además, cuestión muy importante, manteniendo la estructura arquitectónica de todo el conjunto rural. Ya he hecho estos elogios en mis escritos en otros recorridos por Cantabria, otras comunidades debieran imitar esta política o sistema de restauración rural que en conjunto, pagará sus dividendos a corto y largo plazo.
Superado Loma Somera, iniciamos el brusco descenso hacia el cauce del río no sin algunas dificultades de orientación pues los postes indicadores y las balizas no están colocados debidamente, en todo caso finalmente localizamos la senda de descenso cruzando un bello rebollar para llegar a la vera del Ebro en un acondicionado espacio de recreo al lado del Molino de la Renegada restaurado, con merenderos y agradable arboleda.

Aroco


Nuestro acompañante, el mastín Clavel, ha ganado la compañía de otros dos perros que se añaden a la pandilla, ya somos 5 en el grupo, estos dos últimos canes nos abandonarán al llegar a la pequeña aldea de Aroco pues otros perros defienden su territorio, nosotros hemos de ayudar a nuestro amigo Clavel a superar el ataque de sus congéneres.
Seguimos nuestra ruta hasta encontrarnos en el Camino de las Campas, vamos por la margen derecha del Ebro ahora abandonando su cauce para elevarnos sobre un alto y dar vista al valle que conforma el Río Polla que recoge las aguas de la Comarca de Valdeprado del Río y las entrega al Río Ebro precisamente en Bárcena de Ebro donde llegaremos en breves minutos.
En lo alto de la collada nos encontramos con Florencio cuidando de un rebaño de vacas, sus mastines acorralan a Clavel y hemos de mediar en la batalla, Florencio conoce muy bien el perro, nos dice que en Bárcena de Ebro su mujer lo atará con una cadena y llamarán a su dueña en Aldea de Ebro para que lo venga a buscar, nos quitará un peso de encima pues el gigantesco mastín se empezaba a convertir en un problema para nosotros.

Villanueva de la Nía


La iglesia románica de Bárcena está en restauración así que no podemos contemplarla debidamente, se halla al lado del Río Polla, del otro lado del pueblo. Una vez resuelto el tema del mastín al que habíamos comenzado a tomar cierto cariño, ha quedado amarrado en el corral aullando con alguna pena al vernos alejar, la verdad es que nos vamos con cierta sensación de tristeza.
El intenso calor del mediodía nos hace sudar en el ascenso inclinado por las laderas del Monte Hijedo camino del pueblo de Otero, aquí somos recibidos por 5 mastines que nos rodean algo agresivos, no hay nadie por los alrededores, a la salida del pueblo hay una fuente y la hora es la propicia, las 13h en punto, para hacer un paréntesis, probar el gigantesco bocadillo que nos preparó Ester y descansar a la agradable sombra en la pradera fresca y verde. El bocata está delicioso, bueno al menos para mí, Carlos no está para muchas alegrías. Nos lo tomamos con mucha calma así que el paréntesis dura casi una hora en que Carlos se recupera con cierta rapidez.

Villanueva de la Nía-Iglesia de San Juan Bautista


Un descenso pronunciado nos lleva hasta Cubillo de Ebro desde donde tenemos una buena perspectiva del bonito pueblo de Villanueva de la Nía y todo el Valle de Valdelomar todo de un intenso verdor. Cruzamos el Río Ebro para dirigirnos a Villanueva de la Nía donde destaca la Iglesia Románica de San Juan Bautista que visitamos con detenimiento y detalle, ha sido restaurada recientemente, toda una joya del románico. Son las 14h40m así que al pasar por la puerta del Bar el Cazador hacemos una parada a tomarnos una fría cerveza para a continuación abordar la última parte de la jornada, al principio con algunos calores pero mas tarde se nublará y el aire fresco aliviará algo las sofocantes calorinas.
Abandonamos, durante un pequeño tramo, Cantabria para internarnos en Burgos teniendo ya por nuestra derecha los farallones que dan paso al Páramo de la Lora. Superadas pequeñas aldeas como Olleros de Paredes Rubias y Sobrepenilla, comprobamos el rotundo cambio que se ha producido en el entorno, comienzan a aparecer las calizas, los bosques con mas especies mediterráneas, al abrirse el Valle del Ebro, el sol calienta con fuerza todos los rincones, en definitiva el ambiente es mas seco y cálido.
Llegamos a Sobrepeña, un bonito pueblo con casas señoriales ubicado en un promontorio con buenas vistas sobre todo el Valle del Ebro, de frente aparece una elevada roca caliza que sobresale del páramo dominando todo el contorno, se trata de la Peña Camesía (1.150m) emblema de Valderredible que vigila todo el contorno.

Al fondo la Peña Carmesía


Seguimos el cauce del río que circula ahora apacible por alamedas y sembrados de cereal hasta Rebollar de Ebro, a partir de aquí volvemos a la vera del río siendo recibidos por una liebre que corre unos metros, se detiene a vigilar nuestros pasos para volver a brincar y penetrar en el bosque lejos de nuestro alcance.
Rodeamos Polientes del otro lado del río y curiosamente lo vamos dejando atrás, pueblo bastante grande con todos los servicios y grandes casas, el gran rodeo que damos es consecuencia de no tener puente o pontón para cruzar las aguas, así que el GR99 busca el Puente de Rocamundo por donde pasa la carretera, seguimos ahora por un camino hacia atrás para entrar en Polientes cuando el reloj marca las 19h15m. Carlos entra en la farmacia para adquirir algunas cosas mientras Guillermo me atiende en la Posada la Olma (www.posadalaolma.com), nos asigna habitación y a continuación la faena de costumbre. Carlos se acuesta muy temprano y yo a mi rollo de habitual, él no me acompañará en la jornada de mañana, aunque es posible que nos encontremos en mitad del camino para terminar en Pesquera de Ebro, ya veremos.
Datos del GPS: Distancia recorrida 37,3 k. Tiempo en movimiento 8h20m. Tiempo detenido 2h15m. Tiempo total empleado 10h35m. Media total 3,5 k/h. Desnivel acumulado 894m. Tampoco en estos datos está el trayecto entre Arroyal de los Carabeos y Aldea de Ebro.

PERFIL DE LA JORNADA