BAÑOS DE SOBRÓN – MIRANDA DE EBRO 20,3 k.

Día 11-6-09. Tengo comprado el billete para el bus de la Continental de las 11h15m en Miranda de Ebro, por tanto este corto tramo, sin casi desniveles apreciables, lo realizaré casi volando, aún así he de recorrer los 20 kilómetros por lo tanto me levanto unos minutos antes de las 6 y a las 6h15m ya estoy saliendo de los Baños de Sobrón por el aparcamiento de la estructura paralizada del nuevo Balneario que según parece nunca se terminará, quedando la fantasmal apariencia de un soberbio pegote en un precioso escenario que ha sido profanado para siempre. Nada que ver con las fotos que he visto en el Hotel Durtzi de hace 100 años cuando la gente pudiente venía a tomar los baños y veranear a este paradisíaco lugar.

Vías de escalada


Cruzo el Río Ebro por un viejo y algo destartalado puente peatonal que no es que inspire mucha confianza, tomando una bonita senda por la margen derecha del río cubierta de vegetación de ribera, encinas, nogales, tilos, alisos, sauces, etc. etc. por la base de las escarpadas paredes calizas donde los escaladores practican su deporte favorito, cuerdas, pitones, seguros, etc. a pie de vía al lado mismo de la estrecha y verde senda.
Al finalizar el meandro y los paredones, paso al lado del Molino de Camajón en ruinas pero conservando aún partes vitales de su vieja tecnología rudimentaria y el canal de acceso de las aguas del río, es todo un remanso de placidez, sobre todo a esta hora de la mañana sin ningún ruido, los enjambres de pajarillos alegrando el ambiente y las tranquilas aguas arrullando el amanecer.
Desde Baños de Sobrón el Río Ebro hace de separación entre Burgos y Álava hasta la propia Miranda de Ebro, por tanto al ir por la margen derecha de dicho río, piso terrenos burgaleses, naturalmente esto es la frontera política, otra cosa es la frontera natural o humana que prácticamente no existe, como siempre ocurre.
Salgo a las amplias planicies sembradas de cereales, trigo, cebada, avena, etc. etc. de un verdor deslumbrante, entre los sembrados saltan tres ciervas al notar mi presencia, vuelan dando gigantescos brincos hacia las zonas arboladas. La humedad es intensa, la hierba de la senda cercana al río está empapada del rocío mañanero.
La luna aún se resiste a dejar paso al intenso y reluciente sol, ésta se halla como prendida en el firmamento azul brillando también con intensidad.
Dejo atrás el pueblo de Villanueva-Soportilla y por caminos agrícolas entre sembrados llego a las cercanías de Puentelarrá (Larrazubi), del otro lado del río y algo mas adelante hasta el pueblo de Guinicio. Ahora el Ebro se sitúa a una altura de 470 metros circulando de forma plácida por la planicie hacia el estrechamiento entre los Montes Obarenes, la Sierra de Toloño y las Conchas de Haro.

Ribera del Ebro en Puentelarrá


Sobresale enfrente, a prudente distancia, la torre defensiva medieval y el Castillo del Conde de Orgaz en Fontecha, lugares visitados en la ruta del GR1 Sendero Histórico hace varios meses.
Vuelvo a sorprenderme al cruzar varias fincas sembradas de adormideras, en algunos casos con capullos ya bien desarrollados para ser extraído el opio, por supuesto para fines medicinales. Este tipo de explotación parece que va en aumento puesto que su rendimiento económico debe ser mayor que cualquier otra variante cerealista.
Las cerezas y guindas tomadas a puñados de los árboles me ayudan a superar la falta de un desayuno sustituyéndolo a la perfección pues están bien maduras y muy frescas a estas tempranas horas, riquísimas.
Una gran explotación de áridos extrae arenas y rollos de los alrededores del río provocando gran ruido y enormes polvaredas, los camiones salen y entran de la gran finca. Sigo por caminos agrícolas ya teniendo a la vista, enfrente el Desfiladero de Pancorbo y en la distancia la autovía por donde circulan grandes camiones.

Sembrado de adormideras


Por el Camino de Carrallano entro en el pueblo de Montañana donde, al igual que otros pueblos como Suzana, se han catalogado casas, casonas y edificios singulares de gran atractivo. Abandono Suzana por el Camino de Carrasuzana hacia el cruce de la autovía.

Miranda de Ebro


En las cercanías de Miranda de Ebro una refinería o industria pesada, suelta humos por las altas chimeneas que vienen a perfumar el ambiente a varios kilómetros, también el atronador ruido del tráfico pesado de la autovía interrumpen la placidez a la que venía acostumbrado estos últimos días, es la civilización en su más puro estado.
Voy acercándome a Miranda por una carretera solitaria que está siendo alquitranada por unas máquinas hasta el lugar denominado La Nave donde destaca la solitaria Iglesia de San Antón en medio de los sembrados cerca del río. Otra corta distancia para entrar en Miranda de Ebro cuando son las 10 de la mañana, a través de un paseo peatonal al lado del río por debajo del puente de la carretera nacional, el puente del ferrocarril y luego el Puente de Carlos III. Aquí abandono el GR99 para retornar a casa, como decía, tengo billete para el bus de la Continental a las 11h15m pero éste no llega hasta las 12, así que la espera es paciente a la sombra puesto que el sol calienta lo suyo.
Datos del GPS: Distancia recorrida 20,3 k. Tiempo en movimiento 3h41m. Tiempo detenido 7m. Tiempo total empleado 3h48m. Media total 5,3 k/h. Desnivel acumulado 157m.

PERFIL DE LA JORNADA