MIRADOR
DEL TIME – REFUGIO PUNTA DE LOS ROQUES
Kmts. 29
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Interior de la Caldera de Taburiente |
Día 10-12-04. Cómo podía imaginar el giro que daría
el tiempo cuando al salir del hotel a las 6,15 de la mañana en
los Llanos de Aridane, con el cielo estrellado, la luna sobre la Caldera
de Taburiente además de una temperatura deliciosa, seguramente
los 14 grados. Bueno pues la primera parte de la mañana, entre
las 7 y las 9, estupendo, luego comienzan a aparecer las nieblas por
el oeste para ir cubriendo el sol. A partir de las 12 el viento sopla
con mucha fuerza, las nieblas son algo húmedas y desde las 4 hasta
las 5 de la tarde ya es un temporal de agua. Afortunadamente esa última
parte de la jornada solo la sufro durante una hora pues a las 5 en punto
entro en el Refugio de la Punta de los Roques.
Comenzaré por el principio de la jornada cuando la guagua que
tomé en Los Llanos me deja en el Mirador
del Time unos minutos
antes de las 7 de la mañana a 521 mts. de altura para, en plena
oscuridad, comenzar el ascenso por la cresta de la caldera en dirección
al Roque de los Muchachos (2.440 mts.) a través del GR131 o Camino
de la Crestería que va bordeando la Caldera de
Taburiente. Aunque
ahora no puedo contemplar el soberbio espectáculo desde este elevado
oteadero, otro día sí que veré el imponente Barranco
de las Angustias, horadado por las violentas aguas que descienden de
todos los arroyos y barrancos de la caldera, es la única salida
de aguas hacia el mar, por tanto, debido al desnivel de 2.440 mts., cualquier
chubasco puede generar una avalancha de violentas aguas que arrastran
todo lo que encuentran a su paso, eso lo veré, como digo, dentro
de un par de días desde este mirador.
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Laderas de Amagar |
Equivocado como estaba en mi creencia de que la Caldera de Taburiente era
un volcán, pues no es así, la caldera ha sido horadada
por la erosión, sobre todo por el agua pues este tipo de terreno
volcánico poco consolidado es muy fácilmente erosionable,
salvo en aquellos lugares donde en épocas recientes ha crecido
la vegetación, pinos, árboles, etc. etc. que han fijado
o cementado esas tierras, por eso la destrucción de esa vegetación
por los incendios, sería mortal para la conservación de
la caldera y ciertas áreas verdes.
Me coloco el frontal de linterna pues durante media hora no distingo
ni el camino ni donde piso, las rocas de lava son muy oscuras y no
veo donde pongo el pie. Al ir tomando altura comienzo a ver el Valle
de Aridane, Puerto de Tazacorte y toda la
costa, además del Pico
Bejenado en medio de la Caldera. Me sorprende ver la iluminación tenue
de las farolas de las calles, luego me explicarían los isleños
que el bajo destello de las lámparas es con el fin de no dificultar
la perfecta observación del espacio por parte de las instalaciones
astronómicas del Roque de los Muchachos.
La senda está muy bien señalizada, las balizas blanca y
roja recientemente repasadas o pintadas, además de bien trazadas,
letreros indicadores y tablones explicativos para una buena comprensión,
si a esto añado que la propia senda está perfectamente
pisada y en algunos casos primorosamente ordenados los laterales piedra
a piedra, bueno, pues es todo un ejemplo de cuidado y esmero para que
los senderistas y caminantes no tengan el menor problema aún en
caso de persistentes nieblas y mal tiempo. Mi sincero reconocimiento
a los responsables del sendero, así da gusto hacer senderismo.
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Foto aérea del Roque de los Muchachos |
La humedad de la noche ha empapado las plantas que ahora perfuman
el ambiente, igual que los pinos autóctonos, en algunos casos centenarios
y gigantescos ejemplares que aún habiendo sufrido algunos incendios,
mantienen su capacidad de crecimiento. Los aromas exóticos y tropicales
son una delicia para los sentidos, las chumberas con sus frutos rojos
cayéndose de puro maduros me hacen transportar a tierras africanas.
Está amaneciendo y los gallos de las aldeas, abajo, cantan con
fuerza, comienza el alegre despertar del día en estas zonas de
aterrazamientos para el cultivo del almendro, plátanos, vides,
etc. etc. casi todos ellos, como en muchos lugares, abandonados. Estos
aterrazamientos llegan hasta los 1.000 mts. de altura, luego los pinos
son los dueños del terreno y más arriba las aulagas rastreras,
en algunos casos con troncos muy grandes.
La gigantesca caldera está rodeada por escarpadas paredes, picos,
bombas y conglomerados basálticos por donde es imposible ascender
ni descender, es como una muralla infranqueable, terrenos muy inestables
que se desmoronan con facilidad. Enfrente, en la otra ladera por donde
descenderé, ahora puedo ver su perfil, luego las nieblas ya no
me permitirán volver a verlas con nitidez. El interior de la caldera
está, casi permanentemente cubierto por nieblas que giran empujadas
por el aire hasta conseguir elevarse y salir a través de las degolladas
(collados), eso lo comprobaré a partir de mediodía, cuando
comience a crestear en dirección sur, recibiré esas nieblas
húmedas en mi lado derecho pues el viento penetra en la caldera
por su zona oeste, es decir por la abertura del Barranco de las
Angustias.
Cuando llevo más de una hora de ascenso, llego a la Torre
del Time, una torre de vigilancia de incendios y un bonito
mirador hacia la caldera y el Valle de Aridane,
aquí hago una breve parada para
quitarme ropa pues el sol calienta con fuerza y la inclinada cuesta me
ha hecho sudar copiosamente.
Hay níscalos y setas por doquier, que lástima que se pierdan,
pues en poco rato se podría llenar una buena cesta. Paso por la
zona llamada Hoya Grande donde los pinos tienen
el tronco negro, por lo que deduzco que en algún momento ha debido haber un incendio.
Las nieblas comienzan a cubrirlo todo, aunque a ratos puedo ver el mar
y alguna aldea al final de los muy inclinados barrancos, realmente da
vértigo mirar hacia abajo.
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Cruz del Fraile |
En la Hoya del Estrabito, a 2.000 mts. de altura,
me acerco a dar vista al interior de la caldera, verticales inclinaciones
que de caer por ahí,
bajaría rodando 1.000 mts. sin parar, salvo que algún pino
frenara la velocidad. Desaparecen ahora los pinos y la vegetación
se transforma en matorrales, como decía aulagas, de un metro de
altura, con troncos retorcidos y abigarrados, sería imposible
caminar a través de ellos y salirse de la senda. Paso por la Degollada
de las Palomas, otro gran collado entre bloques gigantescos
en ambos lados, a continuación el Roque Chico,
ya a más de 2.300
mts. de altura y en sus laderas oeste la húmeda senda se ha helado,
la temperatura de noche debe haber bajado de los 0 grados. Ahora el viento
sopla con más fuerza y las nieblas persistirán todo el
día. Continúo por el sube y baja hasta una estación
meteorológica y algo más adelanta llego a una pista asfaltada
y coches circulando por ella, paso al lado del primer observatorio, me
parece estar en otro planeta, las instalaciones blancas como estaciones
extraterrestres saliendo de entre las nieblas.
He visto, en algún punto de la senda, huellas de animales de pezuña,
he interpretado que pueden ser de cabras monteses, cosa que no puedo
confirmar, también me pareció ver un conejo a lo lejos
y luego comprobé que efectivamente, otro conejo corría
delante por la senda a cierta distancia.
A las 12 en punto llego al Roque de los Muchachos,
apareciendo entre las nieblas por la senda que se desvía de la carretera para hacer
un fuerte corte de las curvas, los turistas que están alrededor
de los coches me miran sorprendidos. Hay una pequeña caseta de
información, al lado un depósito de agua potable y un grifo,
lleno la cantimplora que ya tenía vacía. Los turistas se
bajan del coche en un pequeño parking donde no caben más
de 12 coches, se mueren de frío y a los 3 minutos salen disparados,
alguno más atrevido se acerca a un mirador, pero nada puede observar,
las nieblas no lo permiten. Aunque hay un letrero donde se indica que
la altura del Roque es de 2.426 mts., sin embargo
mi GPS marca 2.441 mts. Los datos desde la salida en el Mirador del Time son,
distancia recorrida 14,7 kmts. tiempo detenido 46 minutos, tiempo
caminando 4,27
horas, tiempo total empleado 5,13 horas. Hago esta referencia a
los tiempos pues mi amigo Oscar, con quien hablo
por teléfono ahora, me dice
que llevo 2 horas de adelanto sobre el horario normal.
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Interior de la Caldera de Taburiente |
Después de un pequeño descanso y como el viento es frío
y muy fuerte, retomo la ruta, ahora me voy encontrando algunos turistas
extranjeros que se animan a dar una pequeña caminata por la senda,
hasta ahora, desde el inicio en el Mirador del Time,
no me había
encontrado a nadie.
Mientras esto escribo, en el Refugio Punta de los Roques,
me estoy quedando helado, algo de humedad de la lluvia y la temperatura
bajando bastante,
creo que me tengo que meter en el saco de plumas calentito, he
salido fuera a hacer un pis y casi me quedo congelado. Son las
7, ha oscurecido
completamente, el fuerte viento sigue soplando y lloviznando,
no puedo más, al saco para entrar en calor.
Vuelvo a retomar la redacción. A partir del Roque de los
Muchachos el sol sale a ratos, lo que me permite ver
o más bien intuir,
pues solo se descubren un par de cientos de metros del tajo que conforma
la caldera hacia su interior, realmente inexpugnable. También
hacia el mar, ahora estoy en zona norte de la isla, puedo ver los profundos
barrancos que terminan en el agua, al lado de la costa algunos pueblos
blancos destacan del verde del bosque y el azul del mar.
Es un constante sube y baja, siempre sobre los 2.300 mts. de
altura, en algunos puntos sobresalen estrechas y escarpadas paredes
de
basalto, la verdad es que la terrible fuerza de elevación puede apreciarse
perfectamente, la Pared de Roberto es una muestra
de ello, realmente espectacular. A continuación paso por el Mirador de los
Andenes,
pero poco es lo que puedo admirar, las nieblas lo tapan todo,
además
el viento sopla con cierta fuerza y frío, sin embargo me permite
ver un hermoso halcón posado en una roca a corta distancia.
En el Pico de la Cruz (2.351 mts.) hay una estación meteorológica
y una caseta cerrada con llave. A veces asoman entre la niebla gigantescos
roques como centinelas de la caldera. La niebla es cada vez más
húmeda y va empapando mi ropa, aún así no me cala,
además al cambiar de vertiente o descender unos metros hacia el
este, el aire es retenido por la barrera provocando fuerte ruido o zumbido,
así que al ir por esas zonas abrigadas la temperatura es más
agradable, aún así he de ponerme los guantes para proteger
las manos. Después de la Degollada de Barranco Seco,
la senda bordea el Pico de la Nieve, donde también hay una antena meteorológica
y una caseta de piedra, subo los 50 mts. hasta la cumbre con la suerte
de que en ese mismo instante despeja la niebla y me permite contemplar,
de frente, el Roque de los Muchachos, el circo
de la caldera y los observatorios, he de resguardarme detrás de la caseta pues el viento es muy fuerte
y a ráfagas.
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El Roque de los Muchachos desde el Pico de la Nieve |
De nuevo retomo la senda en constantes subidas y bajadas hasta
el Pico
de la Sabina, aquí la senda comienza un fuerte descenso para pasar
al lado de escarpadas paredes y arribar a la Degollada del Río,
ahora arrecia la lluvia, sobre todo la humedad que desprenden
los pinos con el fuerte viento, este tramo se me hace muy pesado,
son
más
de las 4, ha oscurecido mucho y el viento sigue muy fuerte, la lluvia
es intensa y encima comienza una interminable subida de cerca de 150
mts. que parece nunca llegaré al final, al refugio. Al llegar
a los escarpados Roques, comienzo a rodearlos
en ascenso y descenso dándome
la impresión de que el refugio ha desaparecido. Por fin, calado
y con mucho frío, entro al Refugio de la Punta de los
Roques a
2.058 mts. de altura, son las 5 de la tarde.
El refugio está muy confortable, a falta de fuente de calor, muy
bien cuidado, suelo de madera igual que las literas, mesas y bancos,
pueden caber 30 personas, tiene luz de un panel solar y agua. Pero no
se puede hacer fuego, normas rígidas del parque. Por eso al cabo
de una hora dentro, me quedo helado y me tengo que meter en el saco de
plumas y a dormir calentito. Desde las 7 de la tarde hasta las 7 de la
mañana no me falta el calor, el sueño y el descanso relajado
y solitario en este venteado y escarpado roque, el aire suena con mucha
fuerza en el exterior.
Datos del GPS: Kmts. recorridos 29. Tiempo detenido 2 horas. Tiempo en
movimiento 8 horas. Tiempo total 10 horas. Media en movimiento 3,6 kmts.
hora. Media total 2,9 kmts. hora. Desnivel acumulado 2.982 mts.
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Mapa 1 |
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Mapa 2 |
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Mapa 3 |
PERFIL DE LA JORNADA |
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