REFUGIO
PUNTA DE LOS ROQUES – FARO
DE FUENCALIENTE Kmts. 38,4
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Vistas de Cumbre Vieja |
Día 11-12-04. Cuando a las 7 suena el despertador, no sé donde
me encuentro, me invade la pereza para levantarme al apreciar lo confortable
que estoy dentro del saco y lo que imagino deber hacer afuera, bueno
pues 5 minutos y arriba, a ver como se presenta el día. Salgo
al exterior del refugio aún sin amanecer, al menos está despejado.
Preparo las cosas, le sigo dando bocados a la pastilla de chocolate,
mi alimento de estos dos días, hago algo de tiempo para que amanezca
y cuando salgo fuera contemplo el soberbio espectáculo al ver
como el sol comienza a iluminar la gigantesca caldera, las crestas que
la rodean, todo el recorrido de ayer y hacia el este, la inconfundible
silueta del Teide y el potente sol elevándose en lo alto de los
roques, eso sí, el interior de la caldera, hasta los 1.500 mts.
de altura, cubierto por las nieblas, aún así puedo ver
las escarpadas paredes alrededor, sobre todo el Pico Bejenado (1.845
mts.) sobresaliendo solitario en la parte más sur de la caldera.
La atmósfera está limpia y transparente, la humedad es
muy intensa y todo desprende agua.
Me sitúo en uno de los roques para contemplar el amanecer, aún
con guantes y gorro, pues el viento suave es bastante frío. A
las 8 comienzo la jornada que también será larga como la
de ayer, 10 horas de marcha en constantes subidas y descensos, pues todo
parece indicar que esa será la tónica. La diferencia con
el día de ayer será la vegetación que me encontraré constantemente,
al principio muchos pinos y luego bosques de laurisilva y brezos gigantescos,
también algunos castaños.
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Amanece en El Teide |
La senda bordea el Pico Corralejo (2.044 mts.) pero
desde su cima las vistas son extraordinarias, así que subo a contemplar el conjunto
de cumbres ahora iluminadas completamente por el sol, las laderas este
están cubiertas por un abigarrado bosque de pino muy verde. Hacia
los 1.600 mts. contacto con una pista de tierra que durante varios kmts.
me llevará hasta el Refugio de El Pilar, el
caminar por dicha pista se me hace interminable, parece que nunca se
acabará, además
resulta algo aburrido, a pesar de tener buenas vistas a ambos lados.
En el punto llamado El Reventón hay un cruce
de senderos, uno de ellos asciende desde Santa Cruz de la Palma a
través de bonitos
bosques de castaños. Siguiendo la pista me encuentro la tarjeta
de identidad de un ciudadano alemán, más adelante se la
entrego a tres compatriotas que me dicen se la harán llegar por
correo. Esta larga loma se denomina Cumbre Vieja y
antes de llegar al Refugio de El Pilar, puedo ver
el primer gran volcán, Montaña
Quemada y otro más pequeño a su lado, Montaña de
Enrique, la parte más baja de sus bocas, abierta debido a las
erupciones y un gran río de lava por sus laderas, es la zona llamada
Llano del Jable.
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Amanece en la Caldera |
Al haber mucha humedad, la vegetación es muy alta y abigarrada,
los árboles se han desarrollado con facilidad, la temperatura
templada ayuda a ese crecimiento de las laurisilvas y los pinos. La claridad
de la mañana me permite ver todos los pueblos de la ladera oeste,
no así del lado este, están cubiertos por las intensas
nieblas. De vez en cuando giro la vista hacia atrás para ver como
han desaparecido las nieblas del interior de la caldera, realmente espectacular.
A las 11 llego al Refugio de El Pilar, son áreas recreativas con
muchos coches en los parking y gente por los alrededores, aquí se
inicia la Ruta de los Volcanes que está muy frecuentada por los
turistas extranjeros como comprobaré a continuación.
La senda comienza el ascenso por un tupido pinar rodeando el primer
volcán,
el Birigoyo, incluso una estrecha senda permite
llegar a su cumbre, yo seguiré el itinerario del GR131 que
como decía ayer, está perfectamente
señalizado, aunque en los indicadores no se marcan las distancias
ni los tiempos, cuestiones de vital importancia para los senderistas.
Las negras cenizas volcánicas están presentes en todo el
recorrido, aquí llamadas “picón”, en algunos
puntos dificultando la andadura al hundirse los pies en ellas o resbalando
en caso de descenso. Voy adelantando caminantes extranjeros que bufan
al subir las cuestas y cubrir los altos escalones de piedra, el calor
comienza a ser muy intenso.
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Pico Bejenado |
Voy
pasando por negras bocas de volcanes como Montaña Negra, Volcán Cabrito, Caldera
del Búcaro, Volcán de San Martín, Montaña Pelada,
etc. etc. en algunos casos por las aristas que permiten ver sus
oscuras entrañas,
Volcán Hoyo Negro de no muy lejano recuerdo
sus violentas erupciones, Montaña de las Deseadas,
otra serie de volcanes de negro y amenazador aspecto. Puedo contemplar,
en la distancia, al otro lado del mar, hacia
el suroeste, la isla de El Hierro. Esta zona es
la llamada Cumbre
Vieja.
Desciendo por la ladera de un volcán hacia una especie de collado
que es en realidad el cierre del Volcán el Duraznero,
otra amenazadora y negra boca gigantesca que parece en cualquier
momento puede escupir
las incandescentes lavas, en las zonas elevadas llego a casi los
2.000 mts. de altura.
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Degollada del Río |
Por debajo de los 1.400 mts. de altura atravieso grandes pinadas
con ejemplares gigantescos, a partir de los 1.000 mts. de altura,
la senda
está franqueada por paredes de piedra, esto significa que la zona
fue explotada para la agricultura, de hecho paso al lado de algunos cercados
de piedra abandonados. Se aprecia la cercanía del pueblo de Fuencaliente
(Los Canarios).
Siguen ahora otra serie de montañas y volcanes como, Montaña
de Fuego, Montaña la Semilla, Caldera
de los Arreboles y Montaña
del Pino donde hay una gran antena, para comienzar un
fuerte descenso a través de una bonita senda en medio de grandes pinos para dar
vista al pueblo de Fuencaliente hacia las 4
de la tarde, el azul del mar al fondo. El pueblo se halla a más de 700 mts. de altura,
por tanto, para llegar al Faro de Fuencaliente aún me falta una
buena tirada. Una buena jarra de cerveza, en el primer bar que encuentro,
que me bebo sin respirar para a continuación enrollarme con Santi,
un joven conocido de mi amigo Oscar, así que buena charla durante
más de media hora, un buen y merecido descanso.
Hacia las 4,30 inicio el final de la jornada, primero pasando
por una explanada en la base del Volcán San Antonio donde
hay coches y algún autocar, me dice la chica que hay a la entrada, que es un
centro de información sobre los volcanes, hay que pagar entrada,
naturalmente.
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Pico Bejenado y la Cumbrecita |
Yo
sigo mi ruta hacia el mar que ya tengo a la vista y al alcance de mi
mano, pero aún he de descender 700 mts. De frente
el Volcán Teneguía que estuvo
activo en 1.949, se aprecia la violencia de sus erupciones
y el camino
de la lava en dirección
al mar. Siento un fuerte olor a azufre, la verdad es que me da un cierto
repeluz.
Cruzo el mar de lava fundida que me recuerda a Las Cañadas del
Teide, para enseguida dar vista al Faro de Fuencaliente donde
llego a las 5,30 de la tarde, al lado del mar la temperatura
es muy agradable
aunque está algo nublado. Hay una especie de chiringuito al lado
del mar, una pequeña bahía rodeada de moles negruzcas de
la lava enfriada por el agua. Las chicas del bar me dicen que cierran
a las 6,30, bien, pues en una hora me podría comer todo lo que
me pongan de una sentada. Dos buenas jarras de cerveza, ensalada, papas
arrugadas con mojo, pescaito frito, un buen barraquito, etc. etc. devorados
en un abrir y cerrar de ojos, eso sí, contemplando el mar, su
relajado sonido, el sol diluyéndose en el horizonte, estos momentos
me recuerdan algunos relatos de Manuel Vicent,
parece que los estoy viviendo en directo.
Una pareja de holandeses me miran sorprendidos, pensarán llevo
sin comer una semana, son los únicos acompañantes de los
alrededores. Poco antes de terminar la apetitosa comida, los holandeses
se ponen en marcha en dirección a un pequeño coche, sería
un milagro si pudiera subir con ellos a Fuencaliente.
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El Duraznero |
Afortunadamente
se quedan un buen rato en el coche contemplando el atardecer, el tiempo
suficiente para terminar la merienda, tomar la mochila y
salir
disparado hacia ellos, ponen el coche en marcha, también yo salgo disparado
hacia ellos, la señora se baja, abre el portón del coche
y espera mi llegada para cargar la pesada mochila, esto sí que
es colaboración, qué maravilla. Me dejan en la parada del
bus en Fuencaliente, así que en poco rato aparece y me transporta
hasta Los Llanos de Aridane donde llego
poco antes de las 8 de la tarde, eso sí la lluvia intensa hace su aparición, mala premonición
para mañana.
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Montaña Pelada |
Datos GPS: Kmts. recorridos 38,4. Tiempo detenido 2,09 horas. Tiempo
en movimiento 7,40 horas. Tiempo total empleado 9,50 horas. Media en
movimiento 5 kmts. hora. Media total 3,9 kmts. hora. Desnivel acumulado
1.005 mts. Día 12-12-04. Mi amigo Oscar ha quedado en recogerme a las 8
de la mañana para trasladarme hasta el Barranco de las
Angustias,
entrada al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, con la intención
de hacer el recorrido circular a través del PRLP13 por el corazón
de la impresionante caldera.
Poco antes de las 7 de la mañana me despierta el sonido de la
intensa lluvia, mal augurio. Efectivamente, el presagio de intensa y
constante lluvia se confirma, desayuno en el hotel y desde la terraza
puedo ver la intensidad del temporal. Oscar llega puntualmente a las
8, me dice que como consecuencia de las trágicas lluvias torrenciales
de años atrás, cuando perecieron algunos turistas arrastrados
por los barrancos desbordados dentro de la caldera, al menor atisbo de
situaciones similares, prohíben la entrada al parque. Derrumbamientos,
avalanchas, desbordamientos, son peligros evidentes dentro de la caldera.
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Camino de Fuencaliente |
Decidimos, por tanto, anular cualquier intento de excursión, sería
todo un tormento y ningún sentido tendría quedar empapado
a los 15 minutos, sin poder ver nada y quedar en cierto peligro. Me despido
de Oscar, tomo la guagua de las 9,30 para Santa
Cruz de la Palma que
por la orientación de la borrasca, podría desfrutar de
mejor tiempo. Acierto plenamente en mi apreciación, desde el paseo
marítimo de Santa Cruz, donde largas sesiones
de intenso sol se interrumpen con alguna nube, puedo ver hacia la montaña, a partir
de los 800 metros de altura, las nubes descargando agua constantemente.
Desde la guagua pude ver los torrentes bajar rugiendo y en algunos
puntos de la carretera los arrastres de piedras, además la vegetación
empapada, sin embargo aquí abajo al lado del mar, al mediodía,
se está deliciosamente bien, incluso protegido del intenso sol.
El movimiento de las nubes, de oeste a este, me está indicando
la zona donde las precipitaciones deben ser intensas, la barrera que
separa las dos zonas, a 1.400/1.500 mts. ejerce de freno, ahora, para
que las lluvias se limiten a alturas superiores a los 800 mts. y que
distingo perfectamente desde este soleado paseo a nivel de mar.
En la Plaza de la Alameda la estatua de un enano tocado
con un sombrero napoleónico, llama la atención de los turistas, pregunto
a un isleño sentado en un banco, por el significado de la simpática
estatua donde el gorro napoleónico sobrepasa con creces la dimensión
del cuerpo del enano. Me cuenta el paisano que en la fiesta de no sé que
fecha, un grupo de enanos bailarines danzan sin parar durante mucho tiempo,
trasladándose de unos lugares a otros, culminando su baile en
la Plaza de la Alameda.
La ciudad conserva algunas casas de estilo canario con balcones y puertas
de madera, patios interiores con plantas, probablemente los indianos
retornados de Cuba y otros destinos de ultramar, trajeron esos estilos
además de la elaboración de puros, caña de azúcar,
etc. etc.
Después de comer un par de arepas y un barraquito sentado en la
placidez de la Alameda, me acerco a la parada de las
guaguas para tomar una hacia Barlovento que cruza
profundos y vertiginosos barrancos, pasando por pequeñas aldeas y que me permite conocer esta parte norte
de la isla. Bancales muy inclinados aprovechan cualquier estrecho escalón
para el cultivo de las bananas en las escarpadas laderas de estos barrancos.
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La Caldera desde el Birigoyo |
Pasamos
por los Sauces, población algo mayor, para finalmente
terminar el recorrido en Barlovento, última parada de la guagua.
Como aquí luce un sol espléndido a pesar de que en las
zonas más altas, a 2.000 mts., sigue nublado, decido seguir caminando
por la carretera en dirección a Garafía hasta
que un joven matrimonio holandés detiene su pequeño coche y se ofrecen
a llevarme hasta Garafía, aunque su destino
es precisamente Tazacorte,
al lado de Los Llanos, donde estoy hospedado. Estupenda
oportunidad para rodear completamente la isla, aunque a medida que
avanzamos todo se pone
oscuro, la lluvia y el viento arrecian, la carretera se llena de
agua y piedras desprendidas de las laderas, hemos de ir con mucha
precaución.
Pasamos por laderas con mucha vegetación, enormes pinos, castaños,
laureles gigantescos, eucaliptos y varios dragos centenarios. Hacemos
una breve parada en el Mirador del Time para comprobar
el abundante caudal que baja por el Barranco de las Angustias,
lo que me confirma los temores de Oscar esta mañana al ver la intensa lluvia y decidir suspender
cualquier intento de acercarme o internarme en la caldera.
Me dejan mis amigos holandeses a la puerta del hotel en Los Llanos a
las 6 de la tarde, sigue lloviendo con insistencia.
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Mapa 4 |
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Mapa 5 |
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Faro de Fuencaliente |
PERFIL DE LA JORNADA |
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