PRÓLOGO
La Costa Ártabra, Golfo Ártabro o Arco Ártabro, se extiende desde A Costa da Morte hasta el comienzo de las Rías Altas, esto es, desde Malpica de Bergantiños hasta el Cabo Ortegal comprendiendo las Rías de A Coruña, Betanzos, Ares y Ferrol, grandes ensenadas, playas abiertas al embate de las olas, extensos campos de dunas tras los que también se remansan las aguas en lagunas costeras. Algunos valles conservan la cubierta vegetal o “fraga” extendiéndose hasta las mismas playas o dunas en movimiento permanente.
El proyecto de recorrer las costas de Galicia y Asturias comienza en el año 2011 cuando un senderista holandés se pone en contacto conmigo intentando obtener información del recorrido del GR-E9 Camino Costero Europeo que partiendo de las costas de Estonia llegaría al Cabo San Vicente en Portugal recorriendo las costas atlánticas de España en un itinerario de 5.000 kilómetros. Este senderista ya había realizado parte del itinerario por las costas atlánticas de Europa y tenía intención de continuarlo por las de la Península Ibérica, para ello necesitaba tener información relativa al itinerario, balización, distancias, recorridos, etc. etc.
En aquellas fechas estuve intentando obtener información sobre los tramos que hubiera homologados tanto en España como en Portugal, poco en concreto pude ofrecer al senderista holandés, alguna información del proyecto futuro en Portugal y la recopilación de algunos itinerarios senderistas locales por el norte pero nada que pudiera considerarse apropiado para iniciar un largo recorrido senderista por las costas ibéricas solvente y homologado comparable a lo que se ha realizado en las costas atlánticas de Europa desde Francia hacia el comienzo del itinerario del GR-E9.
Desde Malpica de Bergantiños pude contemplar hasta el Cabo Prior (Ferrol) y desde este mismo Cabo pudimos contemplar la Torre de Hércules (A Coruña) a pesar de estar distante cientos de kilómetros costeros, aunque en el recorrido de la Ruta Costa Ártabra hacia el norte siempre que volvíamos la vista atrás, la Torre de Hércules era nuestro vigía permanente desde cualquier punto, tan cerca y a la vez tan lejos.
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