BENAVENTE – PUENTE
DE LA VIZANA Kmts. 20
Día 24-3-94. Me he trasladado desde Madrid hasta Benavente en autobús y después de hacer unas compras y un pequeño paseo por el centro, a la 1 del mediodía en un espléndido día de primavera con una temperatura de 23 grados, he salido de Benavente por la carretera que se dirige a Manganeses de la Polvorosa y al cabo de unos 3 kmts. la he abandonado por la derecha por un camino que va directamente a Villabrázaro.
A la sombra de una encina me he parado a comer, como la tarde es larga y la caminata relativamente corta, me lo tomo con mucha tranquilidad y disfruto del paisaje a placer sin ninguna prisa. Un kilómetro antes de llegar a Villabrázaro a la izquierda del camino hay un pequeño montículo llamado el Peñón donde se asentó la Mansión Brigeco dominando una amplia zona del valle del Órbigo. Desde Villabrázaro por la carretera que se dirige a Maire de Castroponce por la ribera izquierda del Órbigo, es una zona bastante plana, especie de paramera. A partir de Maire voy por una pista directamente al Puente de la Vizana, paso obligado del ganado trashumante.
Al lado del puente hay un Hostal que fue vieja Casa de Postas y Venta durante cientos de años ahora restaurada y convertida en moderno hostal pero manteniendo la estructura y el aire de antaño. Aquí pasaré la noche, como son las 5 de la tarde decido darme un paseo por los alrededores, primero al pueblecito de Coomonte a través de un camino por la ribera del río, muy agradable, los árboles frutales están floridos, despiden ese olor dulce y meloso que atrae a las abejas, es una caminata relajante y entretenida a la vez. En el pueblo me paro a charlar con unas viejecitas sentadas a la puerta de una casa, desde aquí a través de otro camino por un alto, divisando los valles a ambos lados, me acerco hasta el Palacio de Ozaniego, a la entrada de Alija del Infantado, están restaurando las gigantescas bodegas y me enseñan las obras.
Las
bodegas estaban bajo tierra y tenían
unas enormes dimensiones, los dueños debían ser muy ricos,
todo este valle del Órbigo es muy fértil y conserva un
sistema de regadíos muy antiguo, ahora los están modernizando.
Regreso al Hostal para la cena, la sobremesa es una entretenida charla
con el posadero y su familia, además de un joven salmantino que
trabaja con una máquina en la restauración de los canales
de regadío. Me cuenta este joven que hay varios puentes, para
salvar los canales, que son muy antiguos y tienen instrucciones de respetarlos,
me indica por donde se hallan y mañana temprano intentaré verlos,
dice que son romanos. |