CARCABOSO – BAÑOS
DE MONTEMAYOR Kmts. 46
Día 31-3-94. Estamos pasando unos días de semana santa en Candelario y le he pedido a mi cuñado Juan que me lleve a Carcaboso, muy temprano por la mañana, para hacer esta etapa de la Calzada. Como quiera que el trayecto desde San Gil hasta el cruce del río Jerte, unos dos kmts. antes de Carcaboso, es a través de una carretera asfaltada, he preferido evitar dicho tramo de unos 12 kmts.
Así que he comenzado a las 8,30 y de aperitivo vadear el cauce del Jerte con el agua bastante fría y con el fondo lleno de piedras, un verdadero martirio para mis pies. Este primer tramo, hasta cruzar el canal de la margen derecha del Jerte, es por una zona con cultivos de tabaco, algunos corrales de ganado y algún que otro sembrado, pero al cabo de una hora de caminata entro en una serie de dehesas con praderas muy verdes, algunas de ellas encharcadas, con algunas encinas y alcornoques, típico panorama de la llanura extremeña. A la izquierda está, a pocos kilómetros, la depresión del río Alagón y a la derecha los Montes Tras la Sierra, separación del Valle del Jerte y enfrente, a lo lejos, la Sierra de Béjar y justo en línea recta el Puerto de Béjar paso de la Calzada para ganar altura y cruzar a la Meseta Superior.
En esta parte deshabitada de la llanura, en algunos puntos se aprecia perfectamente el trazado de la Calzada, también un miliario en el prado, a pocos metros de la misma, con sus correspondientes inscripciones en latín y algo más adelante otros dos miliarios más, estos sin leyenda ninguna pero de grandes dimensiones. De vez en cuando dejo atrás algún corral de ganado, en uno de ellos hay, lo que queda de otro miliario, convertido en bebedero para el ganado, buen cambio de objetivo. A la altura de el Caserío Venta Quemada al lado de la carretera que viene de Oliva de Plasencia, hay en el suelo varias losas, de cierta dimensión, con un hueco en el centro, que bien podrían ser sarcófagos, están muy enterrados y solo sobresale un trozo. Algo más adelante y en línea recta el lado izquierdo de la calzada con sus márgenes bien definidos y con gran anchura, sorprende por su buena conservación.
Cuando llevo caminados aproximadamente unos 16 kmts. y en una recta, comienzo a tener a la vista el Arco Cuadrifonte de Cáparra, extraordinario espectáculo según me voy acercando, cada vez más grande y bonito. Exceptuando los puentes diría que es el monumento por excelencia de la Calzada, está ubicado en el punto de intersección de la calzada que viene de Miróbriga y se dirige al Valle del Jerte con la de la Plata y en medio de la Mansión de Cáparra, que no fue únicamente punto de paso, si no población de cierta importancia, según lo atestiguan las excavaciones que se realizan en los alrededores que van dejando al descubierto una amplitud importante.
Desciendo a ver el puente que sirve para salvar las aguas del río Cáparra y que hasta algo más arriba se denominaba Ambroz, en un puente bastante restaurado por él pasa la carretera. Continúo la caminata, el campo está precioso, está siendo una primavera muy húmeda y todo está muy verde, en algunos sitios los prados se han encharcado. Que tranquilidad se respira, me paro a almorzar y es un placer disfrutar de todo, las cumbres de la sierra de Béjar están cubiertas de nieve. A la altura del P.K. 104 han construido una pista de grandes dimensiones, de tal forma que ha desaparecido la senda, el camino, la calzada y todo lo que hubiera en su trazado.
Cruzo, por debajo, la C.N. en el P.K. 102 y he de cruzar varias cercas de piedra y varios cortijos, como son prados, pierdo las señales y voy derecho hacia un camino que distingo enfrente, pregunto a un pastor si voy bien en dirección a Aldeanueva y me confirma que sí. Algo más adelante vuelvo a encontrar las flechas amarillas, cruzo Aldeanueva del Camino y también parece que lo han construido a ambos lados de la calzada, cruza el pueblo de principio a fin. Una calle del pueblo cruza un pequeño arroyo a través de un bonito puente medieval. Durante unos 5 kmts. voy por la C.N. con su persistente tráfico, hasta el cruce que se dirige a Hervás, aquí la calzada o más bien la senda, se retira unos mts. hacia la derecha para evitar el asfalto. Antes de llegar a Baños de Montemayor hay un bonito puente, sobre el río Baños, que está totalmente cubierto por la vegetación, algo más adelante aparece de nuevo la calzada, es lo poco que ha dejado la C.N., son unos 50 mts. con sus características losas.
Baños de Montemayor es
conocido por sus manantiales de aguas termales, se dice que los romanos
fueron
quienes explotaron
dichas termas por vez
primera, es bien sabido que los baños termales eran uno de sus
placeres preferidos. A las 6,30 cuando esperaba un autobús para
ir hasta Béjar, un grupo de jóvenes me llevan en coche
hasta Candelario. Esta etapa ha sido especialmente
bonita, no solo por la cantidad de muestras romanas, Arco de Cáparra,
miliarios, la propia Calzada a la vista, si no por la belleza
del paisaje, la soledad
y quietud y para no faltar nada un maravilloso día. |